JAVIER, EL PESCADO. MAURICIO, EL RAPAZ. SERGIO, EL PROFESIONAL.
El 12 de noviembre Sergio Massa y Javier Milei se verán las caras en el tercer debate; es muy probable que allí se defina una parte del balotaje pero dependerá del nivel de desgaste o fortaleza que lleven ambos candidatos para esa fecha. El 19 de noviembre Argentina decide quien será presidente, si Milei el pescado o Massa el profesional.
Ezequiel Rojas
Javier,"el pescado". Victima de un dios frágil y temperamental.
Decíamos en el articulo anterior que Javier Milei podía terminar como los peces, pescado por la boca y no solo eso, si no que ademas ha terminado como la canción de babasonicos, el loco: victima de un dios frágil y temperamental. Claro, porque el acuerdo que sello con Mauricio Macri no solo es la consecuencia de haber perdido por una diferencia de seis puntos si no que también lo coloca en un total desposicionamiento de su campaña. Su mayor aceptación, lo que le permitió capitalizar un 30 % del electorado, se basaba en poner fin a la casta política. El pacto lo desubico por completo. Hoy Milei se pelea entre el viejo Javier y el nuevo, entre el Javier antes de las generales y el Javier Post.
Hace unos meses atrás, después que haya sido el candidato mas votado en las PASO, pensaba que Milei podía ser cooptado por los viejos Chicagos boys, ese grupúsculo avinagrado de economistas "cavallistas", como Roque Fernández, que podrían haberlo ubicado como un hombre mas del sistema. Pero Javier, el pescado, siguió su andar entre motosierras, gritos, insultos, teorías económicas y hablando de la casta hasta el 22 de octubre. Siguiendo en linea con la canción de la banda Argentina, el 23 de octubre Javier Milei sello su pacto con el dios que "quiso su disfraz y vivir como un mortal. Pero como no logro matarlo, le regalo una visión particular". Esa visión es la Libertad del cambio. El papel abandónico de sus ideas no son mas que el "aporte" sustancial de Mauricio Macri, que lo lleva al libertario al terreno de la vieja, conocida y usada grieta. Milei no venia hablando de grieta, se desmarcaba, era un tercero en discordia a punto de romper todo, pero ahora es una prolongación del discurso de Patricia Bullrich. Esa visión particular que le regalo Mauricio es la polarización, "ahora tenes que ser anti k".
Hoy Javier "el pescado" Milei, esta nervioso, falto de ideas, no logra penetrar sus ideas con el anti k, porque su discurso anarco capitalista no condice con las ideas anti de Macri. Entre la teoría y la realidad hay un abismo y ese abismo lo lleva a Javier, el pescado, a decir cosas como "ojala que explote todo antes del 19". La exposición mediatica que tuvo durante el reportaje en el canal América 24 con el periodista Esteban Trebrucq dejo la sensación de que su lucha interna entre lo que era y tiene que ser no le sienta, transpirado, nervioso, balbuceando y pidiendo silencio no es la imagen de la domesticación que Mauricio, el rapaz, quiere llevarlo.
Le quedan semanas para convencer al votante moderado, por ahora, Mauricio y sus secuaces dan la lucha mediática y política, sus trolls acompañan por todas las redes sociales, mientras Javier, victima del dios, frágil y temperamental se ubica en esta nueva fase anti k.
Mauricio, el rapaz. Díscolo y singular.
Mauricio Macri reapareció cuando muchos pensaban que la derrota de Juntos por el cambio suponía el fin del macrismo. Mauricio, el rapaz, actuó apenas se conocieron los resultas del 22 a la noche y ya tenia un pre acuerdo con Javier, el pescado. No había terminado de velar a su espacio, que se movió rápido para cazar al libertario. Sacudió todo el esquema; en su voluntad de gerente de Juntos por el Cambio acordó con Milei el "Pacto de acassuso", dejando a los radicales, a Larreta & company en el desasosiego total. Este acto díscolo es profundamente peligroso. Es Mauricio, Javier y Patricia solos, con una bala, agudizar el discurso anti, negacionista y un relativo aparato político rentado en búsqueda de captar los votos que faltan y tratar de no perder los que acumularon.
Es probable que Milei conserve ese 30% que supo capitalizar, lo que no sabemos es si los 6.267.152 votos de Patricia Bullrich se podrán conservar. De esa cantidad hay muchos votos de los que aun se identifican con el radicalismo, los que aun confían en el discurso anti k y de aquellos que seguramente están indecisos, ese es el porcentaje de los moderados.
La peligrosidad de este acuerdo es que agudiza los desencantos, de un lado y del otro. Porque mientras Javier, el pescado, venia manteniendo un discurso anti casta con motosierra de por medio, tenia aceptación y hoy un votante de Milei no sabe que hacer, su candidato entro al juego de la casta y el votante de Juntos por el cambio no voto a Milei porque claramente no simpatizaba, si no lo hubiese hecho de antemano, y hoy tampoco sabe mucho que hacer.
El votante macrista es un votante convencido, no quiere al kirchnerismo, no quiere a los peronistas, "voto a cualquiera antes que a un peronista", es la frase. El votante de Milei no es tan convencido como el Macrista, particularmente porque en su base social entran muchos jóvenes que les cerraba el discurso anti casta y hoy están en contradicción, mas allá de la micro militancia en redes que se expresa.
La profesionalización de la derecha a Milei saca del amateurismo converso tanto a sus militantes como a muchos de los voceros que venían siendo participes del discurso anti casta, como Marra o Lemoine. Mauricio, el rapaz ya le ha dado el diccionario ilustrado del anti k, en la que se encuentran palabras como Corrupción, Venezuela, populismo y cambio.
Mauricio reemplaza el aparato político que puede aportar el radicalismo por la grieta, llevar a fondo el "terminar con los k". Para eso viste de nuevos ropajes al único candidato que puede devolverlo al escenario político argentino. Incluso su negacionismo, al punto de decir " que dejen de hablar de la deuda con el FMI" o tratar de mentiroso a Massa, o decir que los radicales - declarados "neutrales" - tranzaron con Sergio, el profesional.
Mauricio primero llevo a su espacio a una interna, expuso a Larreta, le dio su apoyo a Patricia Bullrich y ahora rompe todo, casi sin hacerse cargo de la derrota de Juntos por el cambio. En ese escenario tomo posesión de Javier, el pescado.
Sergio, el profesional. Entre la serenidad y disciplina
Desde que gano las elecciones generales hemos visto un Sergio Massa sereno y disciplinado, esto quiere decir que no se subió al carro triunfador, no hizo leña del árbol caído de la interna de Juntos y se mantuvo en línea a lo que venia haciendo: dar mensajes claros, comprensibles y con la mayor apertura necesaria, algo que ahora remarca con mayor énfasis en su convocatoria por la Unidad Nacional.
Lo mismo que Javier, el pescado, necesita captar votos que permitan ampliar la brecha del 22 de octubre, pero Massa tiene una diferencia superior a Milei, es un profesional de la política. Es por ello que, si bien no se sube al carro triunfador, esta haciendo campaña de gobierno, intenta construir los consensos necesarios y se posiciona como un nuevo conductor del peronismo.
Una de las grandes incógnitas fue como hizo Massa para levantar el resultado electoral de las PASO. Yo atribuyo esa levantada a dos cosas: por un lado el gran ejercicio político que tiene el peronismo en las elecciones; cuando todos están alineados aparecen los fiscales, la militancia, el territorio y hasta el minimo detalle que hace al peronismo una "fuerza viva" en los lugares donde pisa: Provincia de Buenos Aires, el bastión, específicamente, La Matanza. Y el otro factor es el identitario: muy subestimado por momentos, como si el peronismo fuera una fotografía de color sepia - Convengamos que Milei habla de volver a la Argentina del siglo XIX - que lo hacen querer ver como algo lejano, viejo, pero la memoria colectiva de los que pudieron jubilarse, comprarse su propia casa, poder terminar sus estudios o irse de vacaciones por primera vez no olvidan que eso lo pudieron hacer con el Peronismo, el de Perón para los mas viejos y con el Néstor Kircher o Cristina Fernández para los mas nuevos. Y la pregunta es ¿Como puede ser que después de un gobierno tan malo como el de Alberto Fernández, la gente siga eligiendo al peronismo? Sencillamente porque tenemos una mitad de la población que no esta dispuesta a pegarse un tiro en el pie. Pero todo esto no resta méritos a Sergio, el profesional.
En las elecciones presidenciales de 2015 Daniel Scioli era el candidato del peronismo y Mauricio Macri, el rapaz, venia firme y a toda velocidad para ganar las presidenciales; dos problemas tuvo Daniel Scioli: no supo capitalizar discursivamente lo que dejaba el gobierno de Cristina Kirchner, ademas tuvo un enfrentamiento de poder interno con sectores del kirchnerismo, llegando al balotaje con un desgaste innecesario que fue carcomiendo sus posibilidades, al punto que Macri en pleno debate presidencial si hizo leña del árbol caído diciéndole la frase "en que te han convertido, Daniel". Por poco, pero gano Macri. Hoy el contexto es distinto. El peronismo aprendió que si quiere ganar necesita alinearse a la posibilidad de una nueva conducción. Decía Perón que para conducir solo se conduce a aquello que siente y quiere ser conducida; en efecto, le han dado la llave de la casa a Sergio, el profesional; el kirchnerismo duro esta corrido de la escena, Cristina no interviene y si hay heridos no se nota. Gran gesto la reunión con los gobernadores, mientras Mauricio y Milei sellaban el pacto de acasusso, Sergio, el profesional, mostraba unidad e incluso en un vídeo se animo a decirles a cada uno donde ponerse para la foto, como si fuera un gesto simbólico de "ahora ordeno yo".
Mucho se hablo en estas semanas del problema del combustible y el faltante en las estaciones de servicio, entre tantas cosas que se han dicho, Massa mostró dos gestos, poner en aviso de que si permanecía el problema se prohibiría la exportación y un mensaje sencillo y claro en una entrevista: que la gente elija si quiere pagar 900 pesos o 350 el litro de nafta.
Es una realidad que si Sergio, el profesional hace campaña de gobierno, los grupos económicos del país empiecen a ver un futuro ganador del peronismo y ya sabemos, el peronismo al poder siempre es un gobierno en disputa, y ese es el factor principal para tener un gobierno peronista exitoso, mantener el equilibrio de fuerzas entre el empresariado y los intereses del pueblo. Algo que le costo a Cristina en sus últimos años y algo que no tuvo Alberto Fernández. Sergio, el profesional empieza a mostrar gestos de equilibrista, puede mantener la unidad interna, conciliar con los movimientos sociales y reunirse al mismo tiempo con la UIA y anunciar un aumento del 5% del combustible. Sencillamente, lo que estamos presenciando en este momento es parte de la táctica de un sector importante de la estructura económica interna, si ganaba Milei forzar a la devaluación y si ganaba Massa presionar. Hoy están presionando.
Sergio, el profesional, entre la serenidad y la disciplina tiene dos semanas para liquidar definitivamente las elecciones, mantenerse en este estado a pesar de las dificultades que va a transitar en medio de su ejercicio como "Ministro de economía" es la carta ganadora. Al rengo se lo conoce caminando, esto explica en parte porque levanto el resultado que le permitió ganar en Octubre.
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